SANTO DOMINGO --- ¿Cuántas veces no hemos oído a un pelotero decir 'No importa cómo comience sino cómo termine'?
Guillén
Guerrero
Muchas veces, sin duda alguna. Y realmente, creo que eso es cierto. Recientemente, el jardinero dominicano Vladimir Guerrero se unió al grupo de peloteros que se manifiestan de esa manera, y es perfectamente comprensible que lo haga. ¿Por qué no? Si tanto él como su compatriota José Guillén son prueba viviente de esa frase tan "quemada". En el caso de Guerrero el caso es verdaderamente dramático. Y no porque haya comenzado tan mal. Con los Angelinos, Guerrero tuvo un promedio de bateo de .272, con tres jonrones y 14 remolcadas en el primer mes de la temporada, abril. Pero en mayo sufrió una caída mucho más que estrepitosa al batear solo para .219, aunque con cuatro jonrones y 14 empujadas. Ahí fue cuando entró el pánico entre los seguidores de Guerrero y también en parte de la gerencia del club. Se hablaba de problemas de rodilla y algunos rumores maliciosos buscaban recordar aquella hernia discal que tuvo antes de llegar a los Angelinos. Para Guerrero, quien se encuentra en su último año de un contrato de US$70 millones que firmó con el hoy equipo de Los Angeles, no era nada interesante. En juego su racha de 10 temporadas terminando con promedio por encima de .300. Pero llegó el mes de junio, y en los primeros 11 días de este mes, Guerrero tiene un jugoso promedio de .476, con tres cuadrangulares y ocho remolcadas. ¡Ese es el Vladimir que conocemos! Y si hablamos de Guillén, pues las cosas lucen parecidas. El toletero de los Reales firmó un contrato de US$36 millones por tres temporadas y arrancó el mes de abril con un anémico .192, junto a tres jonrones y 15 vueltas impulsadas. Eso no era lo que buscaban los Reales, claro que no. Pero Guillén no tardó mucho en demostrar su valía. En mayo puso un promedio de .308, con tres jonrones y 21 remolcadas, mientras que en los 10 días de este mes ha subido 40 puntos de su promedio general de la temporada, gracias a una tórrida ofensiva de .436, con cinco cuadrangulares y 13 empujadas en los primeros 10 juegos de este mes. Y por lo visto es cierto, no es cómo se comienza sino cómo se termina. La temporada de las Grandes Ligas es muy larga. Son seis meses y 162 partidos para aquellos que no piensan en postemporada. Pero a veces sufrimos de exigir mucho y pronto, ¿o no?
POR LENIN CANELA
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